La abogada de migración Dulce Miriam García, es una "soñadora", beneficiaria del programa DACA para inmigrantes llegados a EE.UU. en la infancia.
García alcanzó notoriedad por ser la primera «soñadora» que demandó al entonces presidente Donald Trump por cancelar el programa de DACA en 2017.
La abogada regresó a California esperanzada, tras una misión de dos meses en la que ayudó a cientos de migrantes a cruzar la frontera en busca de asilo.
«Lo que traigo de regreso es la esperanza», dijo García.
Equipo de voluntariado
Durante su visita, principalmente a Tijuana (México), ayudó con un equipo de voluntarios a que la administración del presidente Joe Biden admitiera más de 125 casos de asilo.
«En realidad, lo más importante no es el número de casos aceptados, sino el impacto que logramos en sus vidas», dijo la abogada.
Ayuda a su hermano deportado
Uno de los casos importantes que ha llevado la abogada es el de su propio hermano, Edgar.
Edgar fue deportado a principios de este año.
Pero Dulce García sintió más profundamente casos como el de «Lupita», una adolescente del sur de México.
Lupita huyó de un pequeño poblado, luego de que el crimen organizado matara a su papá y a ella la persiguiera hasta el norte del país.
«Cuando nos dirigíamos al puerto de entrada de San Ysidro a que cruzara la frontera en busca de asilo, la niña me platicó que quería estudiar y llegar a ser abogada», dijo García.
Ángeles de la frontera
La abogada beneficiaria del programa DACA pudo salir de Estados Unidos con un permiso del Departamento de Seguridad Interior (HSD) por motivos de trabajo.
García es la directora ejecutiva de Ángeles de la Frontera, que durante la pandemia fue una de las pocas organizaciones que pudo continuar la asistencia a albergues de migrantes.
En las primeras semanas se dedicó a apoyar a más de dos mil migrantes, muchos de ellos niños, que llevaban semanas en el campamento «La Esperanza» de Tijuana.
EFE
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