El dolor y la incertidumbre que por años sufrió la familia Hernández llegó a su fin cuando recibieron la llamada que tanto habían anhelado. Identifican los restos de su padre, desaparecido hace 13 años.
«Devorados por el desierto«, así encontraron los restos del migrante desaparecido hace 13 años, cuando se disponía a cruzar la frontera.
«Lo encontramos, finalmente lo encontramos, estoy seguro que mi papá quería que lo encontráramos», dijo su hijo Marcos Hernández.
Los restos del inmigrante los «devoró» el desierto de Arizona por años.
Cuando fueron encontrados, no había nada que lo identificara.
Por lo que lo cual pasaron años en la Oficina del Médico Forense.
Los restos permanecieron en el condado de Pima, hasta que gracias a una prueba genética se pudo comprobar su identidad.
La historia de Francisco
Como muchos otros inmigrantes, Francisco Hernández llegó a trabajar a los Estados Unidos por primera vez a finales de la década de los años noventa.
Años después se le unieron sus dos hijos mayores en Atlanta, Georgia.
Sin embargo después de una década de estar lejos de su familia y animado por sus hijos, en 2007 decidieron regresar juntos a México.
Pero en enero de 2008 uno de sus hijos enfermó.
Sin tener seguro medico, el dinero que el padre e hijos ahorraron rápidamente se agotó, por lo que el Hernández vendió un terreno y una camioneta y se dispuso a regresar a los Estados Unidos.
En mayo de ese año regresó a la frontera.
Una noche antes de su desaparición, llamó a su familia y les dijo que cruzaría por el desierto de Arizona, que ya todo está listo con el «coyote».
Jamás lo volvieron a ver
«Jamás volvimos a saber de él», recordó su hijo.
La familia comenzó a preocuparse cuando los días comenzaron a pasar y no había noticias del padre.
Creyendo que quizás la «migra» lo había detenido o deportado, la familia esperó una semana, pero finalmente pudieron contactar con el traficante de humanos que «ayudó» a Hernández a cruzar.
Las noticias no fueron buenas, el «coyote» les dijo que su padre lo habían dejado en el desierto, que no pudo seguir caminando.
«Siempre vivimos con la angustia de no saber de él, ¿qué le había pasado?, ¿dónde estaba?», dijo Marcos.
De acuerdo al reporte del médico forense, sus restos fueron encontrados en 2018 dentro de la reserva indígena Tohono O’odham, en el desierto de Arizona. EFE