Miles de deportados reflejan la incesante ola migratoria
Más de 60.000 migrantes fueron interceptados en marzo en Estados Unidos y deportados, lo que refleja la incesante ola migratoria que vive ese país.
En Tijuana se ubica el templo cristiano Embajadores de Jesús, en donde hace más de dos años se han estado refugiando cientos de migrantes de diversas nacionalidades.
Pero en los últimos meses el número de acogidos en este albergue ha incrementado.
Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés), en marzo se interceptó a 172.331 migrantes indocumentados. De estos, 62.325 era mexicanos.
El drama por llegar a Estados Unidos
Gustavo Banda Aceves, pastor en la iglesia Embajadores de Jesús, señaló que actualmente se alberga a 100 familias mexicanas, que en su mayoría esperan todavía tocar el territorio americano en busca de una mejor vida.
En total, este refugio acoge hoy a unas 800 personas, de los cuales 400 son menores. Y ello, denunció Banda Aceves, sin recibir apoyo de las autoridades.
Gustavo Banda explicó que el trato de los migrantes, independientemente de su nacionalidad, es «inhumano» por parte de las autoridades de Estados Unidos.
Lo anterior, pues muchos de los que recibe después de ser deportados, han llegado hasta sin los cordones de su calzado.
“Les quitan sus cintos (cinturones) y todo lo que ellos traen. Se los tiran a la basura, y ya llegan aquí prácticamente con lo que traen que es muy poco”, compartió el pastor y responsable del albergue.
Migrantes están huyendo
Un hombre originario de Michoacán, contó que su travesía fue muy complicada y llena de riesgos y ahora se mantiene en el albergue junto a su esposa y dos hijos, para quienes buscaba una mejor vida.
Por otra parte, María Esther, también de Michoacán, dijo que continuará en su intento de cruzar la frontera, pues México para ella es un país peligroso.
En el caso de estas dos personas y sus familias, ambas salieron huyendo de su zona de origen por la violencia que impera y que no ha sido detenida por las autoridades, de la misma manera que les sucede a los Centroamericanos.
EFE