En sus primeros cien días en la Casa Blanca, el presidente, Joe Biden, ha tenido que hacer frente a una crisis por la llegada creciente de inmigrantes y un aumento de la violencia con armas de fuego.
Su éxito en el manejo de la pandemia y la aprobación de un paquete de estímulo económico se han visto oscurecidos por una tragedia humanitaria en la frontera.
Esto ante el incremento del número de indocumentados que han llegado en los últimos meses.
Solo en marzo fueron interceptadas 172.331 personas por las autoridades de EE.UU., de las que 18.890 eran menores de edad solos.
Varios tiroteos
En paralelo, EE.UU. ha sido escenario de una serie de tiroteos que han vuelto a traer sobre la mesa el debate sobre el control a las armas de fuego.
En lo que llevamos de 2021, se han registrado 160 tiroteos masivos -aquellos en los que al menos cuatro personas mueren o resultan heridas por disparos de balas.
En este tiempo, las armas de fuego han dejado en el país más de 13.600 fallecidos en sucesos que incluyen tiroteos, suicidios y accidentes.
Respecto al ámbito migratorio, Óscar Chacón, director ejecutivo de la organización Alianza Americas, explicó que el Ejecutivo de Biden es un Gobierno con «buenas intenciones, pero todavía sin claridad sobre cómo dar pasos concretos.
Mientras se gestaba esta crisis fronteriza, los tiroteos se han multiplicado en EE.UU.
«La epidemia de violencia de armas en EE.UU. tiene mucho que ver con la facilidad con la que se puede obtener un arma o hasta ensamblar un arma en casa», indicó a Janice Iwama, profesora asistente de la American University.
EFE