Sebastián, originario de Ixcán, Quiché, murió un día después de su cumpleaños número 38. Él es una de las 79 personas que han muerto en Oregon por la ola extrema de calor.
Sebastián Francisco Pérez, de 38 años, murió el 26 de junio en el vivero Ernst Nursery and Farms, situado en la ciudad St. Paul, en Oregon, Estados Unidos.
Los compañeros de Sebastián lo hallaron tirado en el suelo, inconsciente. Intentaron reanimarlo, pero no fue posible. Ese día, la ola de calor que afecta a la región de Estados Unidos llegó a 42 grados centígrados.
La muerte del migrante guatemalteco pudo haberse prevenido porque «nadie debería elegir entre su salud y un salario», aseguró Reyna López, directora ejecutiva de PCUN -Pioneros y Campesinos Unidos del Noroeste-, una organización que vela por los derechos de los trabajadores agrícolas en Estados Unidos.
Sebástian no tenía turno, pero trabajó para ganar dinero
Pedro Lucas, sobrino del fallecido guatemalteco, comentó en una entrevista a The New York Times, que a su tío no le tocaba trabajar ese día, pero pidió hacerlo porque por las condiciones climáticas la paga era mejor y llegaba a los US$12 por hora.
Sebastián era originario de Ixcán, Quiché, una zona indígena de Guatemala con pocas oportunidades de trabajo y con acceso limitado a los servicios básicos. Pedro contó que su familiar llegó de manera irregular a Estados Unidos el 5 de mayo de 2021.
El objetivo del migrante guatemalteco era trabajar para cancelar la deuda que tenía con el coyote, traficante de personas, que lo había llevado a Oregon, donde se logró emplear con la ayuda de su sobrino.
“Me dijo: Por favor, dame una oportunidad, necesito el dinero”, le habría dicho Sebástian a Pedro.
Muertes por ola de calor extrema
La ola de calor en Oregon ha dejado 79 personas fallecidas. La mayoría corresponden al condado Multnomah, que abarca Portland. Entre las víctimas mortales está Sebastián, que cumplió años un día antes de su muerte. El único objetivo del guatemalteco era mejorar su vida y la de su familia.