La información que se tiene acerca de San Nicolás de Bari surgió varios siglos después de la época en la que se cree que vivió.
La época navideña trae consigo una serie de personajes de la mitología, como duendes, renos voladores y el mismo Santa Claus, a quien en ocasiones se le llama como San Nicolás o Papá Noel. Sin embargo, este último tiene su origen en una historia real.
San Nicolás de Bari fue un obispo en una antigua ciudad llamada Mira, ubicada en la región de Licia, en Turquía.
En el sitio electrónico «Misioneros Digitales» se explica que es:
«Famoso por su santidad y por su intercesión ante el trono de la divina gracia».
Además, se detalla que:
«Su culto se difundió en Europa cuando sus presuntas reliquias fueron llevadas de Mira por 62 soldados bareses y colocadas con grande honor en la catedral de Bari».
Mientras que en el sitio «Primeros Cristianos» se señala que «que no existen testimonios auténticos contemporáneos».
Pero, se agrega que:
«Sus biografías más antiguas son de algunos siglos posteriores a la época en que se cree que vivió. Se considera que nació en Patara (una región de la ahora Asia Menor) alrededor del año 270, y que murió un el 6 de diciembre de un año entre 345 y 352».
Esperaban a San Nicolás
Según la tradición, los niños de algunos países europeos esperaban con ansias la llegada de San Nicolás de Bari en la época cercana a finales de año, pues les llevaba dulces y regalos.
Prácticamente con esta acción iniciaban las festividades de diciembre, según «Primeros Cristianos».
En el sitio electrónico «Way back machine» se explica que:
«A través de los siglos San Nicolás se ha venerado por los Católicos y los Ortodoxos, y honrado por Protestantes. Por su ejemplo de generosidad a los con necesidad, especialmente a los niños, San Nicolás continua ser una figura de compasión».