Actualidad USA
Actualidad USA
Noticias Guatemala
Noticias Guatemala
Recursos Migratorios
Recursos Migratorios
Comida de Guatemala
Comida de Guatemala
Historias de migrantes
Historias de migrantes
Horóscopo
Horóscopo
Fútbol
Fútbol
Internacionales
Internacionales
Servicios
Servicios
Actualidad USA
Actualidad USA
Noticias Guatemala
Noticias Guatemala
Recursos Migratorios
Recursos Migratorios
Comida de Guatemala
Comida de Guatemala
Historias de migrantes
Historias de migrantes
Horóscopo
Horóscopo
Fútbol
Fútbol
Internacionales
Internacionales
Servicios
Servicios

«¡Sí se puede!», el grito de los migrantes ante el Congreso de EE. UU.

Se espera que las modificaciones a la ley beneficien a 8 millones de 11 millones de migrantes que radican en Estados Unidos.

EFE
22 de septiembre, 2021 | 08:00 hs

Al grito de «¡Sí, se puede!», cientos de migrantes se concentraron el pasado martes 21 de septiembre frente al Congreso de Estados Unidos para dejar claro que no van a renunciar a su sueño de una reforma migratoria y que es hora de que los demócratas cumplan las promesas que llevan años haciéndoles.

La protesta duró unas cuatro horas. Comenzó en un parque cerca de la sede de una de una de las agencias del gobierno estadounidense encargada de detener y deportar a migrantes, y terminó frente a la piscina reflectante del Capitolio de EE. UU., en donde los activistas erigieron un escenario.

Por ese escenario pasó el líder de la mayoría demócrata del Senado de EE.UU., Chuck Schumer, en el que los migrantes tienen la vista fija porque, en buena parte, de él depende la aprobación de una ley que permita regularizar a 8 millones de los 11 millones de indocumentados que se estima que viven en el país.

SUSCRÍBETE A NUESTRO NEWSLETTER

«¡Sí se puede!», dijo al subirse al escenario. Ese lema, que simboliza desde hace años la lucha por una reforma migratoria, retumbó en las voces de legisladores, como Schumer, que se acercaron a la protesta y también resonó entre quienes sueñan con un futuro mejor desde hace años.

Promesa para los migrantes

Schumer dijo que se había sentido «triste» y «enfadado» después de que el domingo 19 de septiembre último la conocida como «parlamentaria» del Senado, que interpreta las reglas del proceso legislativo, determinara que los demócratas no pueden usar una maniobra legislativa para aprobar una reforma migratoria en solitario, sin los republicanos.

«¡Nunca olvidaré a los migrantes que han construido este país!», prometió Schumer, que habló en inglés a la multitud.

Sus palabras eran traducidas al español por Gustavo Torres, un activista por los derechos de los migrantes que es conocido por su explosiva oratoria y que llegó a gritar y gesticular más que Schumer.

Para movilizar a la multitud, Schumer intentó terminar su discurso con el lema: «El pueblo unido jamás será vencido». Sin embargo, hizo una mala traducción del inglés y dijo «las gentes», ante lo que los manifestantes se mostraron un poco confundidos.

Defensores de los migrantes participan en la marcha #WelcomeBackCongress frente al Capitolio, en Washington, DC. Foto: EFE

Enseguida remedió el error y la colorida multitud, agitando banderas y pancartas, respondió levantando el puño y aplaudiendo.

Terminado el discurso y rodeado de seguridad, Schumer procedió a entrar en un gran vehículo negro que le esperaba detrás del escenario; pero, una activista aprovechó la ocasión para tomar el micrófono y dirigirse al senador: «Líder Schumer, líder Schumer, consígala ya, consiga una reforma migratoria. No en la próxima elección, sino ¡ahora!».

«¿Cuándo, cuándo, cuándo?», gritó la activista a los manifestantes, que respondieron «¡Ahora, ahora, ahora!».

Urgen aprobar reformas

Entre los asistentes había un sentido de urgencia y un cierto hartazgo debido a que los aspirantes demócratas a la Presidencia o al Congreso llevan años prometiendo a la comunidad latina una reforma migratoria en cada ciclo electoral, pero luego por diferentes razones no se lleva a cabo.

«El tiempo es ahora. Los demócratas no pueden poner más excusas», dijo Lenka Mendoza, nacida en Perú y que lleva viviendo de manera irregular en EE. UU. desde 2001.

Mendoza, que se gana la vida limpiando casas, lleva años participando en el movimiento por una reforma migratoria. Ha acudido a huelgas de hambre, se ha dejado arrestar por la policía y se ha quedado si voz en cientos de protestas como la de este martes frente al Capitolio.

Pero hoy dijo que ya ha tenido bastante y que, si los demócratas no cumplen sus promesas, habrá consecuencias en las urnas.

Migrantes de diferentes países se unieron en la marcha que se denomina #WelcomeBackCongress. Foto: EFE

«Mi hija es ciudadana, ella tiene 15 años y vota en las siguientes elecciones. Mi hija marchó conmigo desde muy pequeñita y ella ya me ha dicho que, si los demócratas no cumplen, ella va a votar en el próximo ciclo y lo tendrá en cuenta. Y -enfatizó- como ella, hay millones de niños ciudadanos con papás indocumentados», dijo Mendoza.

En concreto, según un informe de este año de la organización American Immigration Council, más de 6 millones de menores de 18 años viven con un familiar, normalmente un padre o una madre, que es indocumentado.

El Congreso lleva 35 años sin aprobar una ley que permita acceder a la ciudadanía a un gran grupo de migrantes.

La última vez fue en 1986, cuando el entonces presidente, Ronald Reagan, firmó una ley que permitió regularizar a unos tres millones de inmigrantes indocumentados.


SÍGUENOS EN
SUSCRÍBETE A NUESTRO NEWSLETTER