El alcalde Eric Adams animó a las víctimas sobrevivientes a pedir ayuda o indemnización, aunque sean inmigrantes irregulares.
El incendio del pasado domingo 9 de enero, en el barrio neoyorquino del Bronx, en el norte de la ciudad, dejó 17 personas muertas, ocho de ellos eran niños, según aclaró el alcalde Eric Adams, que había señalado que la cifra de víctimas era de 19.
Durante la mañana del lunes último «muchos están todavía luchando por sus vidas» en alguno de los siete hospitales donde fueron ingresados, afirmó el alcalde en una rueda de prensa en el lugar de los hechos junto al jefe del Departamento de Bomberos, Dan Nigro, y las autoridades del condado del Bronx.
Confirmó que fue una estufa eléctrica situada en el segundo piso la que dio origen al incendio, y los habitantes de ese apartamento, al tratar de huir del fuego, dejaron la puerta abierta, detalle que agravó las consecuencias del incendio.
«Cierren sus puertas», repitió varias veces el alcalde como consejo para evitar nuevas tragedias similares.
Adams dijo que están recibiendo llamadas de solidaridad de todas partes, incluido del presidente Joe Biden, quien hoy le telefoneó para ofrecerle todo su apoyo y ayuda que puedan necesitar; por su parte, también el secretario general de la ONU, António Guterres, presentó sus condolencias a las víctimas.
Víctimas del incendio
Nigro precisó que la mayoría de las muertes se produjo no por quemaduras, sino por intoxicación debida al humo que ascendió desde el segundo piso a lo largo de las 19 plantas de que consta el inmueble.
Las 120 familias que ocupaban este edificio fueron evacuadas, y quienes no sufrieron intoxicación ni quemaduras han sido alojados en cuatro hoteles del mismo distrito; a todos ellos el alcalde les prometió un realojo rápido, ya sea de vuelta en sus casas o en otras viviendas «en condiciones dignas».
El alcalde subrayó el carácter multiétnico del barrio en general y de ese edificio en particular, con un gran porcentaje de inmigrantes, a los que ayer animaron a presentarse a pedir ayuda o indemnizaciones aunque su estatus sea irregular, con la promesa de que no iban a sufrir ninguna persecución por ese detalle.