Un niño de tres años cruzando la frontera me parece una escena sorprendente y a la vez preocupante, me lleva a pensar ¿Cómo llegó este niño aquí?.
Su historia al igual que la de muchos migrantes que cruzamos la frontera en búsqueda del anhelado “sueño americano”, es sin duda impactante.
Por lógica, el niño no llegó solo a la frontera, pero sí busca cruzar solo. Eso me lleva a pensar, ¿Dónde están sus padres o encargados? y ¿Qué los llevó a tomar la desgarradora decisión de separarse del pequeño?
Muchas familias con niños pequeños, jóvenes y adultos toman la difícil decisión de migrar de sus países natales a Estados Unidos por muchas razones, que desde mi experiencia personal he podido observar.
Escapar de la pobreza, de las amenazas de las pandillas, de la violencia, huir de abusos o reunirse con sus padres que dejan de ver por muchos años, son las principales razones de la migración.
Sin duda, la mezcla de factores que empujan a los migrantes hacia el norte desde Centroamérica es muy grande: violencia, pobreza, corrupción, cambio climático y, en los últimos meses, desastres naturales.
Los migrantes han llegado a un punto de desespero que deciden migrar de sus ciudades natales, dejando todo atrás y aventurándose a un nuevo camino, sin conocer en realidad cuál será su destino.
Una atención más humana
La administración del actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, me parece que está cambiando la política migratoria de la era Trump sobre niños migrantes no acompañados.
En los últimos días, los republicanos han culpado a Biden del incremento de inmigrantes y niños no acompañados que tratan de cruzar la frontera.
Sin embargo, me parece que las intenciones declaradas del Presidente Biden de crear un sistema de inmigración más «humano», son válidas, conociendo las razones por las cuales los migrantes buscan salir de sus países de origen.
Lo anterior, no significa que exista una “invitación abierta” para que todo los que deseen cruzar la frontera lo puedan hacer.
Pero sí me parece que quienes solicitan asilo en la frontera por las causas anteriormente mencionadas, pueden llegar a tener un trato más humano.
Algunos funcionarios y líderes han suplicado a los migrantes que se queden en casa por ahora, mientras se desarrolla un sistema de asilo ordenado y humano que reemplace el anterior sistema creado por la administración Trump.
A pesar de la solicitud de “quedarse en casa”, las buenas intenciones de la administración Biden, están siendo tomadas por muchas familias como una oportunidad para literalmente huir de las malas condiciones en las que viven en sus países de origen.
Cada día se observan más familias completas, niños pequeños, jóvenes solitarios y adultos, que buscan ingresar a Estados Unidos, lo que más me preocupa es que la mayoría que se presentan en la frontera sur son centroamericanos.
Centroamérica debe mejorar sus condiciones de vida
Desde el análisis que durante años he realizado de la migración de familias , que huyen de sus ciudades de origen, me atrevo a decir que muchos de ellos no saldrían de allí si sus condiciones de vida fueran apropiadas.
Ya he dicho que una de las principales causas de la migración es la corrupción, las falta de oportunidades y las malas condiciones de vida que viven estas familias, principalmente centroamericanas.
La única solución real y a largo plazo sería que los países centroamericanos mejoren las condiciones de vida que tienen sus ciudadanos.
Lo anterior, para que los connacionales no tengas que emigrar para buscar el “Sueño Americano” y que puedan tener el “Sueño Centro Americano” en su país de origen
En el caso de Estados Unidos, también se debe reforzar los tribunales de inmigración con una importante infusión de nuevos jueces para ampliar su capacidad, de modo que las solicitudes de asilo se procesen rápidamente y se reduzca la acumulación de casos atrasados durante años y cambiar las leyes de immigracion para poder legalizar a los más de 11 millones de trabajadores migrantes que ya viven en los Estados Unidos.
Por el momento espero que el Presidente Biden continúe restableciendo el papel tradicional de Estados Unidos como un faro de esperanza para los inmigrantes.