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Comunidades de guatemaltecos en Florida sufren repunte de Covid

Henry Pocasangre
17 de junio, 2020 | 14:59 hs

Cuando la pandemia estaba crítica en Florida, Elbin Sales Pérez tuvo que continuar trabajado, ahora que todo regresa a «normalidad» él tiene coronavirus.

Ahora que en Florida se comienzan a levantar las restricciones por el coronavirus, y los residentes comienzan a retomar sus vidas cotidianas, el migrante guatemalteco está enfermo y aislado en casa junto a su esposa y dos hijos. Vive en Immokalee, un pueblo pobre con los más altos repuntes del Covid-19 en el estado.

«Tuvimos que trabajar. Si no lo hacemos, ¿quién lo hace?», cuenta Sales Pérez, de 31 años, quien señaló que su trabajo se consideraba esencial. «Tuvimos que luchar todos los días con la amenaza del virus que se avecinaba, hasta que lo atrapamos».  

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Immokalee es una de las comunidades donde residen migrantes en Florida, y de las cientos de áreas rurales que han experimentado brotes del coronavirus.

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Trabajadores migrantes lanboran en granjas en Immokalee, Florida. (Foto República: The New Press)

Per cápita, Florida ocupa un lugar relativamente bajo en su tasa de nuevos casos Covid-19. Pero el estado ha visto un repunte desde que comenzó a levantar gradualmente las restricciones a las empresas y el movimiento el mes pasado.

El connacional conoce a muchas personas que se han enfermado en este pueblo rural conocido por sus granjas de tomate. Un amigo cercano se enfermó, el hermano del amigo fue hospitalizado y un primo de los dos hermanos murió con el virus.

Los brotes también han estallado en otras comunidades en la Florida rural, como Indiantown, una pequeña comunidad con una gran población de guatemaltecos y mexicano.

Flora García, de 38 años, se llevó a sus tres hijos después de enterarse de que su esposo, un techador, dio positivo.

«Estamos preocupados porque escuchamos que muchas personas se enferman», dijo, sosteniendo la mano de su hija de 4 años. «Principalmente, ella me preocupa porque es pequeña».

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Los esfuerzos para realizar pruebas amplias en Immokalee no comenzaron en serio hasta principios de mayo, cuando los funcionarios levantaron las restricciones en todo el estado para reiniciar la economía.

No fue por falta de intentos: la Coalición sin fines de lucro de Trabajadores de Immokalee había solicitado pruebas en marzo, al mismo tiempo que las autoridades habían establecido sitios de pruebas masivas en otras partes del estado.  

Sin una respuesta del estado, la coalición contactó al grupo de ayuda internacional Médicos Sin Fronteras, que envió un equipo de respuesta Covid-19 en abril. Los miembros del equipo descubrieron que los trabajadores agrícolas viajaban en autobuses llenos de gente y no tenían fácil acceso a las pruebas. Algunos condujeron 45 minutos para hacerse la prueba en Fort Myers y Nápoles.

Como parte de su alcance a la comunidad, Médicos sin Fronteras estableció clínicas móviles por las tardes y los fines de semana y llamó a los miembros del equipo que hablan español y criollo haitiano.

*Con información de VOANews

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